"Tuve depresión desde una edad muy temprana, cuando tenía unos 13. Creo que era por la presión de las carreras y por los problemas en el colegio con el bullying, no tenía a nadie con quién hablar", reconoció Lewis Hamilton. Esa situación no le impidió al británico ser una leyenda deportiva.

Dueño de los récords históricos de victorias, con 105 y de poles, con 104, Hamilton, de 39 años, confesó en una entrevista en el diario The Sunday Times que había lidiado con el racismo desde su infancia en Stevenage, al norte de Londres. 

“Creo que solo quería hacer algo conmigo, era un niño con mucha energía y sin miedo”, expresó cuando comentó que su padre le compró un karting cuando tenía 8 años.

Según Lewis, esa también fue una época en la que padeció el acoso por su condición de afroamericano. “No había forma de escapar de ello. Lo experimentas en la escuela, en los parques, caminando por la ciudad. No lo entendía y mis padres nunca me hablaron de ello. Nunca me explicaron lo que estaba pasando. Mi padre simplemente me decía: ‘Mantén la cabeza gacha, aguanta, no digas nada, simplemente golpéalos en la pista, eso es todo lo que puedes hacer’”, citó en la nota con el medio británico.

A Hamilton la pandemia lo animó a realizar "profundos cambios personales" y además de involucrarse en varios proyectos benéficos, audiovisuales y de moda, también se inició en la meditación, algo que practica a diario, tras despertarse a las cinco de la mañana y salir a correr diez kilómetros para "aclarar su mente".

Hamilton se unirá a la escudería Ferrari en 2025 -en reemplazo del español Carlos Sainz, que se va a Williams- al final de esta temporada, en la que actualmente ocupa el sexto puesto en el Mundial. Tras 12 años corriendo en Mercedes, asegura estar en su mejor momento personal y profesional.